Djukic no arroja la toalla, convencido de que “no hay nada resuelto”. Dice que “hay que jugar…”. Así lo explicó en rueda de prensa, recordando las derrotas esta jornada del Cádiz y Huesca a modo de ejemplo: “Una evidencia de la igualdad que hay incluso entre los equipos que están para subir a Primera y los que están para bajar”.

En lo personal, continúa con su trabajo, “horadamente”. En cuanto a su posible continuidad apuntó que “eso será algo que ya no depende de mí”. Su objetivo más inmediato es el de “ganar al Málaga”.

Ve a su equipo “con moral, porque sabe que lo da todo sobre el terreno de juego”. En cuanto al rival, avisa de su poderío, de que protagoniza encuentros con pocos goles: “El encuentro se parecerá a una partida de ajedrez, en la que habrá que tener paciencia, porque serán 90 minutos durísimos”.